La preparación de aceites ozonizados con estos dos ingredientes básicos es, sin ninguna duda, la ideal en la utilización tópica para el mantenimiento y la regeneración de la piel.

Los compuestos existentes, en la combinación ozonizada de aceite de oliva y aceite de girasol, confieren una actividad antioxidante y estimulan los procesos saludables del cuerpo humano, junto con una fuerte actividad bactericida, viricida y antifúngica, respetando el equilibrio orgánico.

Se pueden utilizar diferentes aceites vegetales para la ozonización, y todos tienen características únicas y diferentes. Sin embargo, tras una adecuada y correcta ozonización, todos deben presentar alteraciones fisicoquímicas en términos de reducción del color, cambio de olor, densidad y aumento del índice de peróxidos (IP).

Cuando se ozonizan correctamente, los aceites pierden color y aumentan su densidad, de forma proporcional a la cantidad de ozono incorporada. Un buen aceite de ozono requiere un proceso específico, cuidadoso y rigurosamente realizado, que lo convertirá en un líquido transparente y viscoso, con un olor característico y penetrante.